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Bienvenidos a mi pagina... donde Nessie y Jacob tienen su propia historia de amor.

domingo, 1 de mayo de 2011

Luna Llena- Capitulo 5

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Llegó Lola

POV RACHEL BLACK
Luego de lo de ayer, luego de lo que había pasado estaba exausta. Jacobo bobo me hizo practicar una y otra vez como rayos convertirme en loba. Pero no me
salia. Me resultaba imposible.
Matt estaba sentado del otro lado de la fogata al lado de Ayame. Ella era perfecta, era bella, mayor, y sobretodo valiente. Sabia aprobechar las cosas cuando
la oportunidad se le venía ensima.Me maldije a mi misma, ¿como era posible que yo no pudiera...? Ella por ser así tenía todo lo que yo deseaba... Tenía a
Matt... mi todo. Igual, no podía interferir, hacían linda pareja... y parecían muy enamorados... Por mas que amase a Matt, por mas que el fuese mi
imprimación, tenía que dejarlo ante su felicidad, Ayame.
Matt y yo intercambiamos miradas, evité sonrojarme girando bruscamente hacia el mar. No quería verlo, no quería que me viera sonrojada, no quería perderme
en su mirada llena de calidez.Tenía muchas ganas de llorar, ¿porque no? el las merecia, y tambien merecia esperarlo, si es que alguna vez el podria verme
algo mas que una amiga. No podía darle mas que mi amistad, era feliz viendolo feliz. No podía obligarle...
Ayame me miró sonriendo y yo le sonreí. Miré nuevamente al fuego y esperé a que alguien se sentara a mi lado, alguien que me escuchara... Quería llorarle
a una persona. La que fuese.Quería llorarle a Rebecca, pero... ¿para que? solo la preocuparía y vendría a buscarme.
Apoyé mis codos sobre mis piernas y posé mi perilla sobre mis manos,observando el suelo. Tratando de mantenerme caliente. Las noches eran frías aquí, pero,
las eran aún mas cuando mi corazón estaba solo.
Me levanté fingiendo sonreir, al mismo tiempo Matty se levantó y se me quedó mirando. Lo observé casi feliz y me di media vuelta para irme a la playa
tranquila. Para no pensar mas, Ayame era mi prima, no podía lastimarla así... Quitandole a Matt, no podía alejar a Matt de Ayame, me dolía, lo sabia mas que
nadie, me sentía sola, lo sabia. Pero no podia hacer otra cosa mas que observar y amar en silencio.
Llegué a la playa, me arrodillé sobre la arena mojada y observé la marea.Tomé una rama y comencé a dibujar cosas con ella en la arena, primero dibujé una
flor, luego una estrella y finalmente unos ojos finos y delicados. Me hicieron recordar mucho a los de mi mamá.
-¡Rach!-gritó alguien a mis espaldas.
Me dí vuelta suspirando y ví una silueta masculina. ¡Demonios! Matt se asercaba despacio, con paso lento observandome sin mas que comentarios en silencio. Lo
miré esperando algo ansiosa que se sentara a mi lado y que riamos. Me vastaba con eso, me vastaba reirme con el. Tomé la rama con fuerzas para no llorar
y miré el suelo. Vi sus zapatillas negras, informales y nuevas.
-¿Pasó algo?-pregunté con un hilo de voz.No podía controlar mi voz en estos momentos. No quería que sospechara que algo me pasaba...
Se sentó a mi lado y observó mis dibujos, sonrió al ver la flor.
-Eres buena dibujando...
-¿Enserio?-susurré sonrojada.
Pasó su llema de los dedos por mis dibujos delicadamente, sin siquiera casi tocarlos. Trató de hacer lo posible por no arruinarlos. Yo me reí y comencé a
dibujarlo a el burlonamente. Le hice dos ojos gigantes y una nariz como calamardo y una sonrisa timida. Me reí mientras lo dibujaba. Matt me miró levantando
una ceja y lanzando una carcajada, aunque la carcajada acabó cuando puse un cartel que decia "Matty". Comencé a reirme de el, Matt comenzó a mirar el dibujo
con cautela y luego me miró.
-Yo no soy así de feo...
-¡Waw! que sexy Matt-dijo Nahuel riendo a sus espaldas. Comencé a reirme con el- y... wow ¡esa nariz! Dios Rach, eres una genio retratando la naturaleza
oculta de la gente.
No podía parar de reír. Nahuel le ponía comedia a todo. Matt, enojado miró a Nahuel como diciendo "alejate si no quieres morir hoy". Comencé a imaginarmelo
y me reí. Paré en un segundo al ver a Jacob a mi lado observando mi dibujo de Matt. Lo tapé como pude pero ya era tarde. Lo había visto.
-Debe ser el encanto familiar, cuidado Nahuel, mira si en unos años llega a pasarte lo mismo-comenzamos a reirnos por las caras de Matt y Nahuel. Los
hermanos intercambiaron miradas y luego miraron a jacob con mirada ascesina. Sonreí.
Me paré rápidamente y comencé a correr al mismo tiempo que Jacob. El era más rápido, era injusto. Comencé a cansarme poco a poco, y miré hacia atrás, veía a
Matt correr detrás mio mientras que Nahuel iba detrás Jacob. Me desvié de la playa y corré hacia un laberinto de árboles. Matt paró de repente y me miró
preocupado.
-¡Rachel! por ahi no, es peligroso-mintió. Fingía muy bien, pues claro, tenía 190 años. Seguramente había practicado, que perverso.
-No mientas-grité riendome, sin mirar atrás. Al darme cuenta, había perdido a Matt de vista.-¿Matt?-susurré aterrada.
Miré hacia todos lados, esperando ver a Nahuel, o a Alice con Jasper. Pero nadie apareció. Todo estaba muy callado, muy oscuro, muy frío. En especial frío.En
ese momento recordé cuando me había perdido en el supermercado, había pasado la peor verguenza llorando enfrente de los guardias cuando tenía seis años. Jacob
cuando me encontró había comenzado a gitarme, pero esto era distinto, porque... Había neófitos, y porque... estaba realmente sola.
Me senté en el pie de un árbol y oculté mi rostro en mis piernas. Demonios, demonios, demonios. Matt no mentía...
Comencé a pensar nuevamente en Ayame y Matt. Ayame, lo amaba, podía notarlo en sus ojos color verdes. Matt tambien la amaba, tenían buena quimica, aunque Matt
sea mi impronta, Ayame seguramente lo amaba igual que si fuese su impronta.
Me había dado cuenta, que al fin estaba sola... Podía finalmente llorar, pero... no quería estar sola si eso pasaba. No podía. además, ¿quien me consolaría?
Lola no estaba aquí, que le escribiera, que le hablara por telefono no era lo mismo. El frío soplaba más fuerte. Comencé a estremecerme y a temblar. Estando
una remera sin mangas, unos pescadores y unas zapatillas no ayudaban con el frío.
Comenzó una figura a moverse entre los árboles y yo retrocedí lo mas que pude, comencé a aterrarme. Un neófito. Estaba muerta. No sabía como trasformarme,
y no sabia defensa personal. Estaba muy pegada al árbol con la esperanza que no me viera, que me confundiera con alguna sombra del bosque. Era inutil. La
silueta femenina se asercaba a mi con elegancia. Me levanté y salí corriendo sin importarme el rumbo. Quería volver con Jacob. Quería volver a casa, quería
volver al unico lugar al que estaría bien... Con Matt.
Me llevé con las ramas por todos lados, varias me lastimaron y dejaron porrasos en mis mejillas y hombros desnudos. Lo peor era que no sabia si estaba
perdiendome o me estaba volviendo a salir de aquél bosque.
Sentí como unos brazos me abrazaban por la cintura y yo le metí un codazo para que me soltara. Estaba aterrada. Me limité a seguir corriendo. Lágrimas
comenzaban a asaltarme por sorpresa. Que sea una pesadilla, que sea una pesadilla. No paraba de repetirme.Quería gritar ayuda, pero no sabía como decirlo.
Me había olvidado todo.
Alguien me esperaba enfrente con los brazos extendidos, Ayame. Corrí hacia ella y comencé a llorar, la rodeé con mis brazos abrazandola lo mas fuerte que
pude.Aya, me abrazó sorprendida. Luego me soltó y me miró fijamente. Miró a los alrededores y se puso defenciba y tensa.
-Lo...lo siento, yo solo vine al bosque...me tropesé con...-dirijo una mirada hacia atrás para mostrarle la sombra, pero no había nada. Pálideci.
Me tomó de la mano fuertemente, ignorando lo que hbía dicho.Me trataba como si fuese mi mama, y estuviera enojada. Eso me enojó, lo que yo había visto allí
no era mi imaginación.
-¿Porque lloras? Nosotros eramos los preocupados que te buscamos-suspiró exausta y enojada.
-Me asusté...-Me había decidido por no hablar mas. No me creería.
Finalmente pude mirar a Jacob a la cara, quien estaba muy enojado conmigo. El estaba cruzado de brazos mirandome fijamente, como si quisiera atravesarme con
esa mirada tan fría que tenía. Moví mi cabeza hacia todos lados buscando a Matt, lo encontré allí sentado de espaldas con Ayame al lado en la fogata, en
uno de los seis troncos.
Se me endurecio hasta el alma al verlo reirse con Ayame... No podía seguir viendo esto... pero no podia resignarme, no podia irme de aqui sin antes
ver la felicidad de Matt.
De los árboles de atrás apareció la misma sombra que anteriormente me habia sorprendido. Retrocedí para no gritar, apenas pude señalar la silueta femenina
que se asercaba a mi. Esta era de cabello color caramelo hasta la cintura, cuerpo violín, dientes blanco perla y sus ojos inconfundibles de color azul,
pero al conocerla, sabia que sus ojos cambiaban conforme a laluz.
-Diganme que es una pesadilla-susurré para mi misma cerrando los ojos.
-¿Lola?-preguntó jacob.
-¡Llegué amor!-gritó divertida, abrazandome.
Tragame... tierra.

Luna Llena- Capitulo 4

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Noche de Velas

POV RACHEL BLACK
En ruido de mi puerta rugir hizo que abriera los ojos de repente. Miré el reloj y eran las seis de la mañana. Pasé mi mano por el rostro e intenté volverme a
dormir, era imposible. Me levanté y cerré la puerta de mi habitacion con fuerza, para que esta no se volviera a abrir. Decidí llamar a Lola. Con ella me
entretenía facilmente y como estaba en Colombia no la despertaría por la diferéncia de horarios.
Comencé a buscar mi celular, busqué en mi bolso,debajo de mi cama y en mi mesita de luz.No estaba. Seguí buscando hasta encontrarlo, este estba debajo de
la sábana que me había dado Matt hace dos días. ¿Como era posible que yo lo creyera mi todo cuando apenas lo conocía? Seguía sin poder creerlo.
Tomé mi celular y me envolví con la manta, hacía frío. Y comecé a marcar el número de Lola.
No se podía describir el silencio que había hasta que al fín contestó, era peor que un silencio sepulcral. Todo tan oscuro... Lo odié. Comencé a enojarme por
que Lola no contestaba. Finalmente había atendido.
-¡Mande!-dijo divertida, mientras reía, podía escucharse la música de fondo. Rock & Roll.
Por un momento creí que estaba nuevamente tomando bebidas alcoholicas por ahí. Una vez me había secuestrado literalmente para que la acompañase a ver chicos
y tomar unos tragos.
-Lola-suspiré-al fin atiendes. Tengo miles de cosas que contarte...-sonreí-recordé a la familia Cullen. Jacob me la había presentado ayer. Pude ver la clara
coincidencia de que Carlisle y Esme hayan ido a Montana por un pedido urgente para Carlisle ya que es medico y justo callera a tocar mi puerta.
-Hay pues yo tambien pero antes, ¿porque no me llamaste? digo, Colombia es aburrido sin alguien con quien estar. Anda, desobedece a Rebecca y escapate
conmigo, ¿va?
Suspiré.
-No estoy en Montana, estoy en Forks... Es muy lárgo, más de lo que crees. Y se me es imposible contartelo, literalmente.-supuse triste. Era verdad, gracias
a las leyes de la manada no podíamos literalmente hablar de esto.
Hubo un momento de silencio, Lola no contestaba, no contradijo. Eso era raro de ella. Me senté en la cama y miré al techo aún con el celular y la sábana
apoyada en mi, dandome algo de calor. Pero nada se comparaba al de hace dos días atrás. Cuando Matt trató de consolarme y terminó ya que tenía que ir a ver a
Leah y a Seth para hablarles de no se qué.
-¡YA ESTAS LISTA!-gritó animada e ilucionada.- estaré allí en una semana, recuerda UNA SEMANA. -Cortó.
-Genial-sususrré.
Al fin y al cabo no pude contarle nada. Sentía que nesecitaba un psicologo, o tal vez alguien que se ofreciese a escucharme. Pero nada. Me levanté suspirando
y me dirigí al baño a ducharme.
La ducha me pareció eterna, la puse muy caliente para hacerme olvidar todo este drama de Forks, era como un nido de vampiros. Podía imaginarmelo.Pero
los vampiros no eran como yo creía. Esta verción de vampiros eran hermosos y eternos. Cerré los ojos.
El agua caliente recorria todo mi cuerpo haciendo que me tranquilizara de todo. Estaba mas calmada. Solo nesecitaba un té con miel y estaria mas que relajada,
hasta muerta podría decirse.
Terminé y salí con frío. Me envolví rápidamente en una toalla y caminé hacia mi habitación goteando el suelo. Miré el reloj que colgaba en mi habitcion y
rapidamente ya eran las ocho dela mañana.
Busqué un buso negro, mi remera color blanco y mis jeans oscuros con mis all start blancas. Me sequé el pelo con la secadora mientras me miraba al espejo...
¿Como era posible que yo fuera ese lobo que apareció en Montana? Seguía sin creerlo aunque lo haya visto con mis propios ojos. Al estar mi cabello seco lo
planché como pude ya que Alice me dijo que a las ocho P.M estuviera lista para salir de compras, me dijo que me vistiera como de fiesta.
Era muy temprano para arreglarse así que me limité a solo plncharme el cabello lo mas lento posible. Jugué un poco con la plancha y me hice un pequeño bucle
a un costado de mi flequillo estilo rebajado. Pensé en hacerme otro en el otro costado pero lo dejé así ya que me encantaba como había quedado.
Me cambié con la ropa que habia elejido y dejado sobre la cama y fui a hace el desayuno. Para mi sorpresa, Ayame estaba en la cocina cocinando. La primera
vez que la vi me asusté, creí que era un fantasma, pero luego me calmé.
Quise decirle algo, pero me limiité a asercarme y saludarla con un abrazo y un beso en la mejilla, ella me saludó del mismo modo y ambas comenzamos a hablar
de series anime mientras la ayudaba a preparar el desayuno que preparaba.
No sabía lo que preparaba pero ella me decia lo que tenia que hacer y lo que no. Me dijo que ponga a fritar los huevos mientras ella se ocupaba del tosino
que había traido. Al poco tiempo supe que hacia el super desayuno que hacia mi mamá y mi tía. Ellas eran unas genias cocinando, en especial cuando se
trataba del desayuno familiar.
-Me sorprendió verte tan temprano, Aya-suspiré al fin- ¿y esta sorpresa?-dije sonriendo.
-Hace mucho que no cocinaba para alguien menor, y Jake es pesimo cocinero, ¿sabes? ¿Conoces la...
-...¿Sopa navideña? como olvidarla, en navidad hizo una sopa ta... putrefacta... tenía gusto a agua salada, o tal vez a agua de mar. ¿Tu como la conoces?-
dije sorprendida, estaba asombrada de lo bien que conocia a Jacobo. Mas que yo, creo.
Me recargué en la mesa y la miré espersndo respuesta. Ella se rió contagiosamente. Ayame me agradaba mucho, no sabía porque no nos habían presentado antes
pero estaba segura que si nos lo proponíamos podíamos ser amigas muy intimas. Estaba segura de eso.
-Para mi cumpleaños del año pasado... el quiso cocinarme ya que yo siempre le cocinaba... y-se rió y miró al suelo- me hizo probar esa sopa, juro que jamas
olvidaré ese día.
Comencé a reírme con ella hasta que alguien me tomó del hombro. Me asusté y grité. Me dí vuelta y... Era Jacob, adormilado y de mal humor. En la otra mano
sostenía una manta, que luego tomó forma de una camisa color oscura gracias a lo humeda que estaba.
-Ustedes se atrevieron a despertarme... -suspiró poniendome la camisa sudada en la cara.
Casi me ahogaba, era la peor experiencia que jamas en mi vida había tenido... No dejaría que Jacob vuelva a salir a correr así. Nunca, nuca, nunca. Estaba
ahogandome hasta que pude reaccionar y quitarmela de ensima.
Comencé a toser histericamente mientras Ayame se reía. Ambos disfrutaban reírse de mi. Bobos. Mas que primos parecían tortolitos, quise decir. Pero me lo
guardé ya que no quería que tambien Ayame me atacara.
-Ni que fuera para tanto, solo una camisa sudada de dos días...-lo fulminé con la mirada y le saqué la lengua.

Eran las seis y media de la noche, estaba feliz de salir con Alice, habíamos hablado muchicimo el otro día y algo nos definia a ambas... Adorabamos las
compras. Ella tocó la puerta de casa, algo temprano, pero dijo que vendría antes para arreglarme, pero ¿para que? No ibamos a ir a Los Angeles. Aunque según
Isabella había firmado un contrato con la ersona que me torturaría el resto de las horas. Me reí al recordarlo y abrí la puerta. Alice me veía sonriendo y
en sus manos llevaba un traje, un vestido. No podía ver como era o de que color ya que estaba en una funda color negro. Alice estaba demaciado informal,
supuse que ese vestido sería para ella.
Alice me saludó abrazandome y la abracé de la misma forma. Pasó y nos dirigimos directamente hacia mi habitación. El duende, sin pensarlo, comenzó a sacudir
todo mi cuarto buscando productos para el cabello.En vez de preguntarme, claro, comenzó a desordenar y ordena todo como estaba antes a mucha rapidez.
Ví a Allie con una camisa azul con rayas blancas, un pantalon blanco, una boina blanca y un panuelo que cubria su cuello color azul marino.
-A ver, Ra, abre la funda, tal vez te guste-sonrió sentandose en la cama.
Abrí la funda y saqué el hermoso vestido. Era blanco, corto por un poco mas arriba de las rodillas con bordes trasparentes y brillantes. Su primera capa de
falda era color crema trasparente mostrando en blanco de la segunda capa que lleguaba a continuación. Era estraples, en la parte de arriba tenía brillos.
Era realmente precioso.Saqué una bolsa y ví unos zapatos, unas chatitas color plateado con lluvia de brillantina.
-Vale, es hermoso...
-Pruebartelo-ordenó haciendo puchero.
-Pero...
Alice me miro con puchero y finalmente acepté, llendo al baño a cambiarme. Cerré la puerta del baño y comencé a cambiarme. Finalmente, me vi al espejo y
realmente me gustó como me quedaba. Si Lola hubiera estado aquí hubiera dicho "te queda demaciado tierno para mi gusto, pero va contigo". Sonreí y me puse
las chatitas.
Caminé hacia mi habiación con la vista baja, no me gustaba rugorizarme. Odiaba desfilar, me ponía muy roja. Reí, suspiré y finalmente entré a la habitación.
Encontré a Alice haciendo una peluquería de mi cuarto. Me dijo que me sentara en una silla de escritorio y comenzó a atacar con todo. Tomó un maquillaje que
nunca había visto. Comenzó por ponerme una especie de crema en el rostro, luego siguió por los lábios. Me colocó un rosa pálido con arriba brillo. Me
gustaba ese labial y ella me lo regaló. Finalmente se decidió por ponerme sombra en los ojos y rimel. Remarcó mis pestañas feliz por su trabajo. Finalmente
terminado todo, tomó mi planha y con una rapidéz increible comenzó a peinarme delicadamente. Lo hacía tan suabe como un peluquero, comenzó a darme sueño y
comencé a cabecar.
Alice me pidio que aguantara, que solofaltaba un toque, pero estaba exausta. Tenía mucho sueño por haberme levantado tan temprano. Bostecé y alice exclamó
feliz y satisfecha por su trabajo.
-¡Terminé contigo peque! ahora anda que se hace tarde...-me tomó de la mano y me arrastró hacia afuera de la casa.
-Espera... Jacob...
-Ni te preocupes, Ness lo tiene muy ocupado-dijo riendose.
Era imposible no pensar en que estarían haciendo, seguramente hablaban de su gran amor y bla bla bla. O tal vez se daban besos cada vez que terminasen una
oración.
Alice me llevó hasta su auto amarillo convertible y me dijo que sea lo mas linda posible. Sonreí sin entender lo que pretendía decir con eso... Solo ibamos
de compras, no entendía nada.
Alice estacionó frente un restaurante y me pidio que me fijara si estaba bien estacionada. Yo bajé del auto. Apenas cerré el auto, lo ví aejarse rápidamente
hacia no se donde. Genial.
Me llegó un SMS de celular. Lo saqué rápidamente de la incomoda cartera que me habia dado Alice y ví un mensaje que era de alguien desconocido. Lo abrí
rápidamente. Era de Ness, lo reconocí ya que me había memorizado su número.
Rachel:
Sé que ahora debes estar enojada, pero relajate, si?? tomalo como regalo de bienvenida. hay alguien que te esá esperando dentro del restaurante en el que te
dejó tía Allie. Fijate si lo reconoces, y no te preocupes por tu hermano. Nos estamos divertiendo mucho. Suerte. ;)
-Ness, Allie-susurré-me la pagarán...
Me dí la vuelta y toqué la perilla de la puerta del restaurante, posé mi mano sobre ella y sentí que una persona de dentro la abría para salir. Lo ví por el
vidrio de la puerta. Cuando Matt posó la mano en el picaporte del otro lado sentí una corriente. Aparté mi mano enseguida, luego el me miró a los ojos,
salió rápidamente y me miró fijamente.
-Rach...-susurró.
-Hola-susurré totalmente roja. Mataría a esas dos... pero sabía que tambien se los agradecería. -No... tienes que hacerlo si no quieres-dije algo triste,
sonriendole como pude. Sabia que dentro de mi había una vocecita que decía "espero que quieras".
Matt sonrió y me ofreció su brazo para que yo lo abrazara y así ir a donde el quisiera. Lo abracé y entramos al restaurante. Era realmente bonito. Lleno
de unos pequeños lujos como la fuente principal que estaba en el centro con dos angelitos en unión. Ambos sostenían una cinta que segun mi perspectiva
significaba la union eterna. Era hermosa, como para sacarle una foto.
Me quedé mirandola un largo rato, luego miré a Matt. El me miró de reojo y me sonrió con la frente en alto. Tomó una mesa al lado de la ventana y me corrió
la silla para que me sentara. Me senté donde me indicó y luego se sentó en frente mio. Me sonrió y pidió los menús.
Los ojeo fingiendo interés, sabía que hacía esto por lastima. Me sentí mal por ello.
-¿Que es lo que mas te gusta?-preguntó cuando el silencio se volvía incomodo.
-Antes de que mama se fuera, me gustaba mucho cantar y componer, tambien dibujar paisajes. Viajar es lo que mas me gusta de ello.-miré hacia la ventana
observando la luna-¿a ti?
-Me gusta tambien viajar, viajé por todo el mundo. Es maravilloso... -dijo sonriendo.
-¿Cuantos años tienes?-pregunté tímidamente.
Matt se rió como si fuese una broma.
-190, Rachel-suspiró algo avergonzado.
Sonreí y luego miré las estrellas. Comencé a pesar en lo genial que sería si Ayame y yo nos conociéramos mejor. Al menos un poco... Me volteé y miré Matty, sus ojos volvieron a atraparme y quedé en un especie de trance. Sus ojos eran como imanes que atraían los míos.
-Waw, debiste haber vivido mucho-dije asombrada, 190... es mucho.
-Si pero no todas son buenas experiencias. Algunas son preferibles olvidar, así que aprovecha no tener una vida eterna-dijo apoyando su codo en la mesa, y su mejilla en su mano, contemplándome.
-¿Que crees que es esto?-susurré para saber si Nessie o Allie nos vigilaban.
Se apoyó en la mesa, acercándose mas a mi, y sus ojos brillaron mas que nunca. Nunca había visto ese Matt, bueno tampoco tenía derecho a decir eso ya que hace casi una semana nada mas lo conozco.
-Una cita a ciegas-susurró.

Terminamos de cenar y dimos una vuelta con el auto. El no había pedido nada, me dijo que no le gustaba mucho la comida humana. YO había pedido una ensalada. Hablamos mucho de todas nuestras experiencias, Matt me contó que hace poco se había encontrado con su hermano, Nahuel, eso de unos 10 años o 8. Yo le conté mas de como me di cuenta que todo este mundo de fantasía existía. Me dejó en casa y comencé a casi saltar de la alegría. Fui directamente al teléfono para hablar con Nessie para agradecerle. Levanté el teléfono y quise comenzar a marcar pero se escuchaban voces. La totalmente conocida voz de Jacob, y... una chica... ¿Ayame?
-Jacob-susurró- ya estoy superando a Nahu... Matt es mejor opción para mi... lo amo y se que el tambien... No sé si supere la imprimación...
-Aya, cálmate, seguramente tu y Matt la pasarán bien...
Corté, no quería escuchar mas. Subí a mi habitación con paso firme sin derramar ni una sola lágrima... No podía estar con Matty por dos simples razones...
1_ Ayame es mi prima, y lo ama mas que nadie, no podía quitarselo...
2_ Matt tal vez ni se fijaba en mi...

Luna Llena- Capitulo 3

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Momento de Conocerse

POV RACHEL BLACK
Me desperté al sentir un pequeño tacto tibio y suave. Lentamente abrí los ojos y lo vi. Allí parado observandome delicadamente, en sus manos traía una
sábana color verde pálido. Matt se asustó al verme depierta y me miró vergonzado, dejandome la sábana a un costado del sillón.
-Yo... lo...lo siento... este... no por esto... bueno si pero-dijo nervioso- disculpa por lo de ayer, es que... estuve mucho vivienddo con una teoría sobre
los licantropos y...
-Esta bien-susurré despacio, algo adormilada-¿que...haces aquí?-traté de ser lo menos grosera posible, traté de ser cálida como para decir "gracias por venir".
Se quedó allí parado, mirandome, me senté en el sofá y lo miré nuevamente a los ojos. Eran hermosos. Mi corazón empezó a latír muy deprisa y temia que hiciera
algo torpe para que yo arruinara este momento. Temía que este momento terminase.
Una oleada de calor pasó por mi, nunca había sentido uno tal dulce y hermoso. Deseaba quedarme por siempre con esa cálida sensación... Pero me era imposible.
No sabía como probocarla.
Aparté la vista de el y la calidéz se fue completamente. Sin dejar rastro. Me entristesi. Luego me pregunté que pasaría si lo volvía a ver... ¿Que pasaría si
volvía esa sensación? Volví a mirarlo a los ojos, esta vez fue mas fuerte, mi corazón paró en aquel instante. Sentí que dejaba de latír para volver a latir
con más fuerza y de distinta forma.
Sentía como el me ataba a la tierra, sus ojos electrico eran como un mar para mi, me ataban a la tierra dejandome a la deriba. Esta sensación envargaba
cada milimetro de mi ser. Esto era hermoso, la estrella fugáz que ví en aquél instante, no, no era solo una estrella fugaz,sino eran miles... Todas corriendo
libremente por el cosmos. Luego llegué a pensar que no solo era estrella fugaz, sinó un angel... Tan hermoso, tan perfecto... Llegué a sentir algo mas que
solo atracción. Llegué a sentir el océano mismo inundando cada superficie de mi ser, manteniendome allí... En aquél punto fijo... con el ángel.
El destello me miró y sonrió.
-Venía a hablar con Ayame-dijo en voz baja.
-Ella... ya no vive aquí, se mudó hoy para dejarme su habitación... lo siento-dije tímida-si quieres, puedo pasarte su dirección nueva.
Negó con la cabeza lentamente.
-Mejor espero a verla. Rachel... ¿empezamos de nuevo?
Asentí. Quería conocerlo. No quería pensar que el realmente era la persona que aparentó ser hace tres días en el bosque. Bajé la mirada hacia mis manos,
estaban todas sudadas por estar nerviosa. Me reí de mi misma.
Recordé ayer, cuando Jacob me presentó a Ayame, era muy bonita. Tenía dies y nueve, casi veinte, me contó que habia estado con Nahuel,- un hibrido al igual
que Ness y hermano de Matt- y que Ayame imprimó o no se qué con el, pero terminaron porque Ayame se habia ido a la universidad de Maryland mientras que
Nahuel se habia enamorado de una humana, llamada Naath. Ayame estaba mal por eso y por eso le dije que iríamos a comprar cosas cuando me haya instalado asi
se pondría de mejor humor.
-Claro... -Matt extendió su mano- soy Matt Crawfort, hermano de Nahuel Crawfort. En realidad casi hermanos... Somos hermanos por nuestro padre. El... Era
vampiro y pues... le gustaba experimentar con humanas -dijo avergonzado.
Acepté su mano, avergonzada porque el sintiera mis manos humedas. Me sonrojé cuando sentí su tacto tíbio junto al mio. Fue muy bonito... Ojalá... pudiera
llevarme mas que bien con el.
-Soy... Rachel Black tengo 15 años, mi hermano es Jacob Black, o como le dijo Jacobo bobo, tiene 24-Matt y yo nos reimos al escuchar su apodo- mi padre era
quileute... y mi madre era de cuidad. Ella murio de un choque automovilistico cuando tenía cinco años... -me estremecí al recordar como lloré al encontrarme
en la sala de urgenias esperando a mamá, ella me había dicho "ahora vuelvo".
Recordé como había sido el choque, y todo por un par de bobas personas que usaban capucha negra y no se los podía ver muy bien entre las sombras, ya que
viajabamos de noche. Al terminar el choque y salir corriendo a la sala de urgencias mamá lo útimo que me había dicho fue "ahora vuelvo, cielo" pero... Nunca
volví a verla.
Matt me soltó la mano y me miró a los ojos, miró al suelo y se sentó al lado mio suspirando fuertemente. Tratando de sonreirme. ¿Que había dicho? Lo había
arruinado... sabía que lo arruinaría... siempre soy la estupida que lo arruina. Estuve a punto de disculparme cuando el se me adelantó.
-Yo... Cuanto lo siento...mi madre, murio cuando yo... nací... -suspiró-era humana y mi padre la dejo morir... y yo,lo ayude...
Ví como cerraba sus puños fuertemente y una furia interminable lo inundaba mientras su cuerpo se tensaba al instante. Quise acercarme a el y calmarlo,
decirle que todos pasamos por momentos feos, pero una parte de su frase me frustró... El no había matado a su madre. Nunca lo haría...
-No eres culpable que ella haya muerto... -intenté consolarlo.-Yo... tuve que ver que mi mama muriese ¿sabes? la distraje mientras manejaba porque patee su
asiento mientras manejaba. Ella calló desmayada, cuando la llevaron a urgencias y despertó me dijo que todo estaría bien y que volvería... Jamas lo hizo-sin
querer se me escaparon unas lágrimas, sorprendida, las tapé como pude e intenté reir-lo..lo siento...
Matt delicadamente apartó la mano que cubria mis lágrimas y me vio llorar, me vio... estaba feliz, me estaba conociendo... Quería que me conociera en todos
mis aspectos.
Matt soltó mi mano y me abrazó cariñosamente, como si fuera mi hermano. Nada mas... Un abrazo cálido, pero no lo suficiente como para calmarme, nunca había
llorado por esto. ¿Porque me abría ante alguien que apenas conocía? Ni yo sabia la respuesta. Me limité a cerrar los ojos y dejarme llevar por el abrazo,
esperando inutilmente a calmarme...